Aunque las compañías españolas se han adaptado más rápido a la nueva normativa europea de protección de datos (aprobada en abril), aún queda mucho camino por recorrer.
El pasado mes de abril, la Unión Europea aprobaba una nueva normativa que fortalecía la privacidad de la información personal existente en la Red. Este actualizado Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) supuso un importante avance en esta lucha pero, al mismo tiempo, un desafío para todas las compañías que operan en Internet, que se han visto obligadas a actualizar sus tecnologías y prácticas para adecuarse a esta regulación.
Sin embargo, y pese al paso de los meses, casi siete de cada diez empresas aún no han puesto en marcha planes para adaptar sus políticas de privacidad a la mencionada normativa, para la cual todavía hay dos años de adaptación. Así lo asegura un estudio de Compuware recién publicado, en el que se señala además que el porcentaje de empresas que no cumplen con la GDPR en el caso de España es del 56%, lo que contrasta con el hecho de que el 72% de las compañías españolas manifiesta estar bien informada sobre la nueva normativa y su impacto en la gestión de los datos de sus clientes (20 puntos más que la media mundial).
Entre los factores que, a juicio de las empresas españolas, dificultan el cumplimiento del GDPR destacan la mayor complejidad de los sistemas de TI (80%) y la necesidad de gestionar el consentimiento explícito de los clientes para utilizar sus datos (56%). La proliferación de nuevas aplicaciones en entornos Agile y DevOps, la creciente tendencia a recopilar mayores volúmenes de datos de los clientes y la externalización de servicios son otras de las barreras enumeradas por los participantes en el estudio.
De hecho, la complejidad de los actuales sistemas tecnológicos y el incremento del Big Data hacen muy complicado conocer dónde se encuentran con exactitud los datos personales de un determinado usuario en cualquier momento. Así lo confirman el 52% de las empresas españolas, quienes además señalan que las relaciones con empresas subcontratadas (64%) y la tecnología móvil (48%) dificultan aún más la trazabilidad de los datos de sus clientes. A pesar de estas trabas, algo más de tres cuartas partes (76%) de los directores de tecnología españoles asegura poder localizar rápidamente todos los datos personales, cifra muy superior a la media del 51% del resto de empresas internacionales incluidas en el estudio.
Recordemos que la norma no solo afecta a las empresas nacionales y europeas, ya que algo más de la mitad (52%) de las compañías estadounidenses albergan datos de clientes europeos y están obligadas cumplir con la nueva regulación.
Fuente: TICbeat